Videos sobre educación

Os presentamos una reflexión sobre unos videos interesantes donde el tema principal es la educación.

"Paradigma del Sistema Educativo" www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=AZ3JmuaUrxs

"¿Te aburrías en la escuela?" www.youtube.com/watch?v=9iyI9GFfFWU&feature=related

"El futuro del aprendizaje" conocity.eu/futuro-del-aprendizaje/

 

 

Reflexión sobre los vídeos: "Paradigma del Sistema Educativo" y "¿Te aburrías en clase?"

                Hemos querido hacer una reflexión conjunta de ambos vídeos porque nos han parecido similares y combinables en sus ideas principales.

En primer lugar, ambos coinciden al hablar del origen del sistema educativo actual, y de los pilares históricos e ideológicos sobre los que se asienta: economía y cultura.

La escritura dio comienzo a las escuelas, que surgieron con la figura del maestro frente a la del alumno, o más bien por encima de ésta.

En el siglo XVIII surge así un sistema educativo que prepara al futuro obrero para la fábrica y el ambiente industrial, un proceso estandarizado y lineal del que formarán parte todas las personas “víctimas” de este sistema educativo que perdura en pleno siglo XXI como una estrategia más de la economía industrial sumada a esa cultura intelectual de la Ilustración que generó este modelo de academia para la educación.

Y así puede resumirse como este sistema educativo fue concebido en otro momento y para otra sociedad con un imperativo económico asumido y otras circunstancias distintas a las de la actualidad en la que se nos llena la boca hablando de “globalización”.

                Así, íntimamente relacionada con la industria, tenemos enraizada la habilidad que distinguimos como “capacidad académica” que distingue a los que pueden y a los que no, estandarizando, como no podía ser de otra manera, un canon ideal de persona, que no dejará de ser evaluada y sometida a competición, pues se trata de ascender, pero nadie recuerda que la escuela en la que estudias ya trae desigualdades implícitas.

El segundo vídeo insiste en la necesidad de aprendizaje social y emocional que potencie lo mejor de cada individuo, y no es para menos, en una sociedad en la que todo el mundo empieza a preocuparse por la ciencia y lo objetivo, dejando atrás cada vez más las capacidades humanas y humanísticas, y las sensaciones, lo natural, aquello que puede transmitirnos cualquier obra de arte, ya sea una pieza musical o un cuadro lleno de colores.

En el vídeo “¿Te aburrías en la escuela?” se habla de la importancia del Coeficiente Intelectual (CI), y la obsesión por su medición en las escuelas, intentando así aplicar los conocimientos de las ciencias físicas a las personas (medir nuestras capacidades como el movimiento de las mareas).

El test del CI comenzó como una investigación de las capacidades de niños con necesidades educativas especiales y pasó a ser una forma de “categorización de personas” que incluso se utilizó en el ejército.

Sin embargo, la utilidad de estos test es muy cuestionable, pues aporta una visión de la inteligencia muy reduccionista, limitando las capacidades que son consideradas como importantes a las relacionadas con inteligencia, y no creemos que esto sea así.

                Como bien dice el niño del vídeo anteriormente mencionado, la motivación así es imposible, y el aburrimiento se convierte en el protagonista de cualquier aula de cualquier colegio si mantenemos este sistema.

Surgen, por tanto, las distracciones, y con ellas el famoso TDAH (Trastorno de Déficit de Atención por Hiperactividad), y nos encontramos, como reflejan ambos vídeos, con aulas llenas de niños medicados, convertidos en “zombies”, haciendo de maniquíes de una epidemia ficticia que surge ante el ego de maestros que requieren de la atención de todos sus alumnos a la vez que la mayoría de los medios de comunicación que están al alcance de todos ellos y por los que son alcanzados. Y cuando se distraen… ¡son penalizados!

                Sin embargo, esta penalización no sería más que un premio si se recompensara realmente el pensamiento divergente, explicado en el vídeo “Paradigma del sistema educativo”; que no significa más que pensar lateralmente, esto es, ser capaz de ver múltiples respuestas.

Un test muy sencillo ha demostrado que nuestro sistema educativo actual y su obsesión por academizarnos no hacen más que destruir “genios” del pensamiento divergente hablando de eso que todos llaman “la verdad”, inculcando que sólo hay una respuesta posible y haciendo lo que mejor se les da: limitar.

Como últimas reflexiones del vídeo del Paradigma del Sistema Educativo se habla del aprendizaje en grupo y de la importancia de no desconectar las relaciones intergrupales, y de los hábitos de las instituciones y los hábitats que ocupan.

 

                Como complemento a nuestra reflexión, podemos hacer hincapié en la desigualdad que este sistema educativo y de la vieja escuela pretende mantener.

La educación hoy día, tal y como lo hace desde hace ya años, se define como igualitaria entre otros muchos adjetivos. Y es precisamente la igualdad lo que brilla por su ausencia si analizamos desde una perspectiva social cómo es la educación de hoy día.

En primer lugar, un colegio puede diferenciarse de otro, a rasgos muy generales, en público, privado o concertado, religioso o no, situado en un pueblo o en una ciudad… Y esto tan simple ya supone desigualdad en numerosos aspectos.

Como ya hemos visto, el alumnado es segregado por nivel, por clase social, por las expectativas…

Así, es imprescindible no olvidar la función socializadora de la escuela, que a su vez es un entorno de desarrollo del niño y del adolescente clave en su crecimiento como persona y como individuo, no sólo como alumno.

Siguiendo con la cuestión de qué, y consecuentemente cómo, es nuestra educación hoy día, podemos hablar de un sistema de evaluación homogéneo que pretende formar a personas diseñadas por y para el sistema.

Así, se trata de formar personas con la menor capacidad de análisis y de crítica posible, que sean sumisas y reciban una instrucción donde no se salgan de las normas prescritas, es decir, que sean obedientes y no incomoden con preguntas o interrogantes, pues la verdad es la que es y, por tanto, hay que aceptar el mundo y la vida con las suertes y desgracias. Éstas son las ideas que se pretenden inculcar con la finalidad de que cada individuo permanezca en el mundo al que pertenezca y continúe siguiendo el orden natural de las cosas: donde la jerarquía está ordenada y los hijos de empresarios son dueños de empresas y se preparan para ello, mientras que los hijos de obreros se han de mantener en la clase.

Aunque suena triste y quizá un poco exagerado, no es necesario más que pararse a pensar un minuto y analizar la situación: el sistema diseña un modelo de educación en el que las clases altas no se mezclan con las bajas y se mantienen “las cosas en su sitio” durante generaciones.

Parece mentira que sea tan sencillo pero resulta tan fácil vivir sin oportunidad de decisión, por ejemplo, que el individuo se acaba acomodando y paga el precio de que le den las cosas hechas y el mundo “ordenado” con tal de no plantearse si existe otra forma, otra manera de mejorar.

No cabe duda de que cada cambio entendido como mejora, sea como fuere, está estudiada y pensada para que la educación mantenga el orden y forme y prepare personas para un futuro que, aunque no lo parezca, ya está más que concretado.

Así, y volviendo a lo positivo que ilumina este presente incierto de la educación, no sólo existen intenciones políticas detrás de la educación. Afortunadamente la participación empieza a ser un hecho y los individuos comienzan a darse cuenta de la necesidad de cambio a todos los niveles.

Con ello empiezan a surgir proyectos e ideas innovadoras que, como lo harían los Movimientos de Renovación Pedagógica en su día, pretenden llegar al cambio o al menos a la propuesta de algo diferente.

Así, día a día comienzan a surgir ideas en cada centro con formas participativas y de cooperación, que inculcan valores en pequeños y mayores y que pueden suponer un cambio no sólo en la educación y sus formas, sino en la mentalidad de todas las personas y, como consecuencia, en la sociedad.

Así, es importante saber que, una vez que hemos descubierto hasta qué punto hemos sido y somos manipulados por el sistema, podemos dejar que todo siga igual, o sumarnos a la idea de cambio, participación y cooperación, y de que todos podemos. Teniendo claro cómo ha sido nuestro pasado educativo, y cómo es en el presente, podemos elegir si queremos mantener esta situación en un futuro.

En un presente en el que la formación no convence, el trabajo es prioridad en la juventud, y existen necesidades educativas de todo tipo (educación en valores, sexual, para la salud…), hemos de optar por mejorar entre todos, con ideas innovadoras y de cambio, y no adaptándonos, como venimos haciendo desde el pasado.

 

REFLEXIÓN DEL VÍDEO: “EL FUTURO DEL APRENDIZAJE”

Este pequeño vídeo muestra de manera muy sencilla que se va a producir un cambio significativo en las formas de aprendizaje en un futuro no muy lejano, en función del contexto en el que se encuentren las personas.

Las TIC’S serán protagonistas en la medida en que el aprendizaje sea de manera no presencial, aunque, de cualquier manera, jugarán un papel importante.

El diseño del proceso será mejor a mayor interactividad entre las personas y transparencia del profesor. Según predicen, habrá quienes sigan intentando definir un aprendizaje novedoso y combinable en todos sus sentidos y formatos posibles: aula presencial, E-LEARNING y M-Learning.

Según cuenta el experto que analiza el futuro aprendizaje en este vídeo, no será fácil separar la vida y “normalidad digital” de la analógica…

Sólo nos queda plantearnos si la calidad será la misma, y si de verdad supone un avance lo que cada vez más, desde nuestro punto de vista, nos deshumaniza, en una sociedad donde pasamos más tiempo frente a una pantalla que con nuestras amistades o familiares, donde el tiempo y el trabajo se han convertido y la prioridad y el privilegio, donde estamos olvidando tanto cómo vivir para vivir mejor, y sobrevivimos con nuestra pantalla y nuestra comunicación que más bien nos incomunica, y nuestras redes sociales con 500 amigos virtuales, situación que difiere mucho de nuestra realidad…